sábado, 23 de agosto de 2014

EL CAMINO DE LA VIDA...Recordando a mi Mamá

 
El Camino de la Vida

 

Una tarde conversaba una Madre con su Hija

sobre la vida y sus sendas,

los andares y caminos...

Así relato el recuerdo

de aquel momento especial

que hoy llevo en mi memoria

como enseñanza crucial. 

“La Vida no es un camino de Rosas”

-dijo la Madre esa tarde-

Y entonces, si no es de Rosas,

¿de qué está hecho el camino?

¿Acaso de cáscaras de huevo?

¿De almendras grandes picadas?

¿De migajas de pan esparcidas

por el suelo de la casa?

-Preguntó la Hija curiosa

con interés natural-

 

Hija mía, te digo hoy lo que con certeza creo:

El Camino de la Vida

está hecho de pisadas,

de huellas desdibujadas,

de senderos desconocidos,

de flores multicolores,

de piedras, también peñascas,

de pozos y de charquitos,

de ríos e inmensos mares,

de Sol caliente al mediodía,

de Lucero que danza en la tarde,

de Luna llena en Agosto,

y de Estrellas  muy lejanas.

De la brisa que refresca,

de la lluvia que te empapa…

 

 El Camino de la Vida

se presenta a tu llegada,

va mostrándose a medida

que va creciendo tu Alma,

Mientras tú vas caminando,

y abres los ojos al mundo

te das cuenta de quién eres,

cuando caminas con rumbo.

El camino queda expuesto

ante la atenta mirada

de quienes siguen los pasos,

de los que van caminando

con la frente hacia lo alto

sin descuidar las pisadas

que más abajo van dando.

 

 El Camino de la Vida

es distinto y es igual.

Es derecho y es torcido

Todo junto, y a la vez…

Es dulce y también amargo

Se camina en soledad

y también en compañía

¡Sólo tú lo puedes ver!

Recuerda lo que te digo:

Todo es parte del camino

y así tu Ser va avanzando

 Hija de mi Corazón,

igual aquí yo te digo

que importa más quien camina…

El Caminante va andando

y haciéndose su camino

Yo te doy mi bendición

y que Dios vaya contigo

Busca tu propia senda

y consigue tu destino

Disfruta el viaje al andar

pues la Vida es el camino,

la llave que te abre el cofre

de todo sueño posible...

En tu camino habrán Rosas

con espinas en su tallo

Agradece siempre, Hija,

el aroma de la Flor

y el pinchazo de la Espina

que en tu mano haya quedado

¡Aprende con plenitud

de todo lo caminado!

 

Autora:

Elcira Martínez Chacón

Agosto, 2013

VENEZUELA

 

 

 

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